Oct 2018 16

Baltimore Soundstage, Baltimore, MD – 09/10/2018
 

 

Killing Joke… ¿qué más necesitamos decir? Más que una banda, toda una institución después de cuatro décadas, se han mantenido como uno de las más grandes entidades artísticas en existencia, desafiando los conceptos del género, nunca siguiendo las tendencias, manteniéndose firmes ante un panorama sociopolítico, y en donde cada miembro ha respetado sus propias búsquedas creativas fuera de la banda. De la misma manera, PIG se ha ganado su propia reputación como una de las bandas más agresivas y perversamente creativas dentro de la escena de la música industrial. Estos dos titanes musicales se embarcan en sus respectivos tours celebrando una carrera longeva y exitosa, con más de una fecha coincidiendo para presentar a sus audiencias una combinación de brutalidad auditiva. Mientras muchos pueden dudar sobre si es inteligente asistir a un show tan brutal un lunes por la noche, este impedimento no fue suficiente para la horda de fans que asistieron al evento del 10 de septiembre, estuvimos presentes en el Baltimore Soundstage.

 

Tan poderoso y cerdo como nunca, Raymond Watts se pavonea en el escenario, vestido con todo el glam en una chaqueta plateada, gorro militar y arneses de BDSM encima de un uniformecatólico. Balanceándose con su contoneo característico, de la misma forma con el guitarrista BenChristo y el baterista Jan-Vincent Velazo, PIG comienza su set principalmente con tracks nuevos,presentando una series de temas de sus últimos dos albums “The Gospel” del 2016 y “Risen” lanzado en este 2018. Canciones como “The Chosen Few”, “The revelation”, “Thruth is sin” y “Prey and obey” enloquecen al público que colabora coreando como himnos pegadizos y pretenciosos; lo mismo se puede decir de temas como “Viva Evil”, “Morphine Machine” y “Found in Filth” con Watts fluído y entonando sus letras cargadas de sexualidad, así como sus rugidos ante la audiencia creando un frenesí perpetuo. Recién llegado a PIG, Christo demostró su trabajo en el estudio, así como su experiencia en bandas como Sisters of Mercy y Diamond Black le proporcionaron supropia presencia en el escenario; enfundado en su Gibson SG como si fuera un arma, tocando riffs angulares con el fervor de las percusiones y secuencias programadas de Velazco, se complementaron en una melodía agresiva a la par de las letras sexosas de Watts. “Find it, Fuck it, Forget it” siempre es un favorito del público, pero tal vez, el momento más esperado de su presentación, es el cover de “Juke Joint Jezebel”, recuerdo de uno de los más grandes éxitos de Watts durante su estancia con KMFDM, la cual aún se encuentra como uno de los temas favoritos en la escena del rock industrial. Ciertamente, fue un “Hell top ay in the USA” (nombre de su gira por individual) y después de tres décadas, PIG… se consolidan como el dios de la mugre en su máximo esplendor.

 

“Los dios caminan entre nosotros y sus nombres son Jaz, Geordie, Youth y Big Paul”, así lo describió Mont Sherar en su documental “Twilight of the Mortals”, un trabajo fotográfico acerca de la obra de Killing Joke durante la última década. Con la reagrupación de su formación del 2008, Killing Joke ha disfrutado de un período muy productivo que ha resultado en grandes discos como “Absolute Dissent”, “MMXII”, y “Pylon”, y ahora celebrando 40 años con la gira “Laugh at your Peril Tour”, Baltimor tuvo la oportunidad de apreciar a una de las entidades musicales con mayor influencia en la música moderna. El guitarris Geordie Walker comenzó a sonar su guitarra para comenzar “Love like blood”, el tecladista Roi Robertson añadiendo esas secuencias que de inmediato provocaron que el público reaccionara como haciendo erupción. Entonces entró Martin “Youth” Glover, luciendo una playera de PIG debajo de su saco y cargando su bajo Rickenbacker tocando frenéticamente, mientras la poderosa pero precisa batería de “Big Paul” Ferguson literalmente retumbaba las paredes del Soundstage. La multitud comenzó a moverse de manera ceremoniosa cuando la inconfundible voz de Jaz Coleman se escuchó tan fuerte como siempre.
Manteniendo la vibra bailable, siguieron los temas “European Super State” y “Autonomous Zone”, con la base electrónica tocando por encima de la vibrante guitarra de Geordie. El verlo sosteniendo su característica guitarra Gibson ES-295 dorada y escuchando esos inimitables sonidos emanados a través de las bocinas, su cara se mantenía en una expresión casi estoica de absoluta concentración; esto es más notorio cuando comienza la famosa procesión de guitarra, a la par de la batería agresiva de Big Paul y el bajeo de Youth tan impactante como el golpe más fuerte jamás recibido, mientas Jaz cantaba “Eighties” con dedicación y entusiasmo.

 

Los fans de Killing Joke son los mas intensos y devotos del mundo, tanto que cada concierto es considerado una verdadera “Congregación” y la banda les paga su devoción en la forma que Jaz dedica “Requiem” a una pareja que conoció antes del show, relatando el cómo se conocieron através de esa canción. De manera similar, con las letras de la eterna favorita “Follow the leader” así como con temas más contemporáneos como “Corporate Elect”, demostrándose como relevantes y conmovedores como a lo largo de su carrera, la banda se aseguró de demostrar al público de Baltimore que no somos juzgados por nuestras políticas, llenando el ambiente con un soundtrack para el final de los tiempos. Este escritor fue gratamente sorprendido por la inclusión de “Labyrinth” y “Pandemonium” en el setlist, siendo el último track el que concluyó la noche con una explosión de energía simplemente indescriptible. Otros temas como “The wait”, “The death and resurrection show”, y “Wardance” continuaron retumbando las paredes, pero fue la gente cantando a todo pulmón “Asteroid” donde realmente retumbó la Tierra, resonando en una especia de procesión espiritual, y soltando toda la furia y energía que todas las “congregaciones” de Killing Joke reúnen.

 

Para este redactor, este show fue casi una experiencia religiosa, dos de las más poderosas e inspiradoras bandas que han influenciado mi vida, juntas en una sola noche… ¿qué puedo decir que no amé? Pero haciendo a un lado mis preferencias personales, este fue un tour inolvidable, con la delicia perversa de PIG así como Killing Joke, de principio a fin. Mucho después de que la fatiga me invadió, el sentimiento que me quedó, a través de estos músicos practicando su arte mucho más allá de sus años mozos, el vigor que demuestran actualmente en sus presentaciones no muestra signo de envejecimiento. En resumidas cuentas, ¡PIG y Killing Joke suenan tan asombrosos en vivo como siempre!

 

Articulo por Ilker Yücel (Ilker81x)
Fotographia por Tabetha Patton (MizTabby)
Traduccion por Daniel Hernandez
Editado por Will Superior

 

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Revista ReGen